jueves

Melinka

Ayer nació Maria Joaquina “Melinka” hija de una antigua familia radicada en la localidad de El Paso, a poca distancia del Campo de detención de Puchuncaví - “Melinka” - ; pesando 1.973 gramos, y midiendo 40 cm. Casi aniquilada por la necesidad de nacer, tuvo compasión el médico que ayudó al parto, en el mismo pabellón donde atendía a sus compañeros de prisión, en una sala-calabozo-enfermería. El lugar estaba conformado por cuatro camas, un baño público, con poca luz, sin ventanas y, por unas paredes agujereadas de donde se proveía de aire fresco. Este lugar de encierro, ubicado a las afueras de esta antigua localidad a los 32º 41” latitud Sur y 71º 26” longitud Oeste, y a casi 110 metros de altura, en una suave loma, eran unas cabañas, construidas para las vacaciones de los hijos de los trabajadores de Santiago, esos pequeños humildes, que conocerían la costa al partir de Puchuncaví. dejada ahí, por alguna decisión tomada en lo que serían los años del Gobierno del Presidente Salvador Allende, pero que solo sirvió de manera eficaz a la permanencia de más de 400 prisioneros políticos, profesionales y obreros, partidarios del gobierno de la Unidad Popular, tal y como lo fueron Ritoque y Tres Álamos, en Quintero y la Isla Dawson; la ex oficina salitrera de Chacabuco, en medio del desierto soleado, ocre, frío de noche y cálido de día, entre otros lugares, aún más célebres en dolores, abusos y odio; una “formula” organizada y puesta en marcha para las victimas de la represión de la sacudida golpista de los generales de las Fuerzas Armadas, comandadas por Augusto José Ramón Pinochet U. ¡¡Hay del que no hacia lo que se le mandaba en esta prisión¡¡ las flexiones estaban a la orden del día, y solo se acababan al quedar en el piso exhaustos. Cuidado con no aceptar las condiciones de inmediato, los encierros en las barracas... ¡¡nada de oponerse¡¡ por que el “Picadero”, a cualquier hora del día o la noche se hacia latente, ante cualquier marino-gendarme. Allanamientos permanentes, sin ninguna posibilidad de organizarse, sin dejar de olvidar que todos los que estaban ahí, ya habían pasado por momentos de tortura que se hacían inminente a la hora de no aceptar primero las ordenes y después los castigos. De todas maneras, está claro que estos días era más pasables, por el clima tibio de la zona, en ningún caso comparadas con las otras madrugadas en otros lugares de reclusión post golpe, ubicados en lugares más extremos del país. Allí, en el sur, ya había estado este galeno, antes de llegar a Puchuncaví. Aquí, se entretenía en su único trabajo diario, atender a los enfermos que llegaban a su celda y a más de algún paciente externo, que necesitaba las manos curadoras de este hombre, entregado a sanar personas. Contaba los días que faltaban para ver su libertad; mientras tanto, el y sus compañeros de celda, con el correr del tiempo se hacían más peritos en el rol de enfermería que les tocaba jugar, y que indudablemente ayudaron al nacimiento de esta frágil niña, en el triste y lúgubre lugar a las afueras del antiguo paso del camino del Inca. Ahora, ya pasado los años, M.J. “Melinka” es madre y ya le cuenta a sus hijos, esos días de horror que desaparecieron de la memoria colectiva, y de donde ella es parte, como no acordarse de las envolventes campanadas de la Iglesia, en los primeros años de su vida, y donde la fiesta de Corpus Christi, acompañadas por el Cura-capellán de Ejercito, los Bailes Chinos y sus flautas, embriagaban, a feligreses para opacar las ráfagas de metralleta, ante cualquier posibilidad de fuga, en ese campo de prisioneros. Concurso Mensión honrosa en el concurso CUÉNTANOS TU HISTORIA FAMILIAR O COMUNAL MOSTRÁNDONOS UNA FOTOGRAFÍA ANTIGUA. CATEGORIA ADULTOS DE 41 – ADULTO MAYOR- 2009 Guillermo Eduardo Herrera Sepúlveda Camino principal s/n, Localidad de San Antonio gmoherreras@educarchile.cl …“Se encontraba en esa cárcel, te digo yo de repente, llegaron, pues los soldados para llevarte a la muerte”… Arturo Ogaz, Pescador y Alférez cantando con Baile Chino de La Chocota Extracto de saludo en Fiesta de San Pedro, Caleta de Loncura, 1 de julio de 1973.