jueves
A Yegua Suelta
“... De Horcón, Campiche y Ventanas
Canela, Potrerillos y Rincón
Llegaron a San Antonio
A ver esta Tradición.
Muy temprano en la mañana, el camino a San Antonio, ruta F-16, se sintió invadido de una cantidad de vehículos muy pocas veces vistos por esos parajes, todos sonrientes por que estos animales, caballos de fuerzas, podrían compartir con un montón de yeguas sueltas que se reunirían con el fin de darle a un vecino de la Canela el fruto del esfuerzo, los 9 sacos de trigo que quedaron después de separar el grano de la paja, pisando o quebrando la mies con el trillo de estas Potras que para la ocasión facilitaron los habitantes del Pueblo de San Antonio.
Una gran explanada dio el espacio para que la concurrencia pudiera disfrutar en este día de verano y sol, la experiencia de remontarse a aquellos años en que los antiguos agricultores de la zona se juntaban en esta especie de minga, donde llegaba la cosecha, de los distintos tipos de productos, ahora era el trigo, pero la cebada, la lenteja, el garbanzo, tenían el mismo proceso y estos campos los hicieron suyos por muchos años.
No hay duda que los Campesinos, más viejos fantasearon con días de mejores rendimientos donde las cantidades que se molían eran mucho más abundantes o bien soñaron con esos encuentros entre medio de la parva, y que en más de algun caso resulto ser el amor de su vida, si, por que no hay caso que la fiesta era una de las más grandes del año una especie de ritual, hombres y mujeres del lugar se reunían en un acto de la vida Rural, en donde todos participaban, mujeres haciendo las ricas casuelas y porotos granados , o sosteniendo a través de sus guitarras más de algun verso lanzado al viento, hecho para la ocasión. Mientras tanto las yeguas chancando la paja, y una ves teniendo el viento a favor para que esta soltara el trigo que partiría a alimentar al ahora enfermo agricultor, que había sembrado este trigo y que por estos días estaba recuperándose de una enfermedad en un hospital de la región,
Horqueta, Escoba de Romaza, Pala de madera, Arnero, ayudaron en “La Saca” , sirvieron para que , Polvo y paja se fueran de esta remolienda. Una ves ya separada, esta polvareda se quedo y todo lo demás fue trasladado de vuelta a las Alturas de la Canela ahí más de seguro, forraje de animales que pasaran este caluroso verano deseando llegar luego al fresco del otoño para salir a pastar.
Por ahora, Los Villalón de San Antonio, los Ojeda de la Canela, Los Riveras del Rincón, Los Vásquez y Silvas de Puchuncaví, antiguos trabajadores de este tipo de faenas revivieron una vez más esta tradicional forma de vida, y demás esta decir que Don Melitón, Don Rolando, la Señora Juana y sus hijas y tantos otros Como don José el Presidente de la Junta de Vecinos del Sector, estuvieron por ahí calladitos tratando de hacer que todo resultara bien, para que los invitados se fueran contento y a la vuelta del año pudiéramos contar con ellos nuevamente.
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